Ojeando la prensa de unos días atrás, me ha llamado la atención un artículo de opinión en el que se hablaba de evolución y tendencias de empleo, (copio literalmente) decía:
“Según la Comisión Europea, se espera que los puestos de trabajo para personas altamente cualificadas aumenten a 16 millones para el 2020, mientras que aquellos para trabajadores poco cualificados se reducirán a cerca de 12 millones”.
Tras su lectura me surgió una pregunta directa: ¿Que es un trabajador cualificado? ¿Y cómo se llega a estar cualificado y para qué o quién?.
En la red que todo lo da, busqué y encontré algunas definiciones sobre “trabajador cualificado” aquí algunas de ellas para ponernos en situación:
- “Un trabajador cualificado es aquel que tiene una formación académica en cualquier área o disciplina (social, económica, humanística, etc.), es decir aquel que posee dominio teórico y práctico específico, posee los requisitos necesarios para algo, para la tarea o trabajo al que se dedica”.
- “Trabajador calificado el que está preparado con todos los requisitos que se le exigen para desempeñar el empleo o tarea que viene llamado a desempeñar”.
En los momentos actuales, debido a las altas tasas de paro en nuestro país, son muchas las personas que se apuntan al carro de la formación para adquirir “supuestamente“ esa cualificación y poder encontrar trabajo con mayor facilidad, algunas para completar su CV y otras porque no, su tiempo. De la misma manera hay empresas que han redefinido su cartera de productos añadiendo o convirtiendo la formación en su producto estrella para salir de los apuros económicos por los que están atravesando de manera general todas las empresas en los últimos años.
No por ello, podemos negar la importancia de la formación, siempre necesaria no solo para el desarrollo personal sino también para el económico y en general imprescindible para el desarrollo social. Pero…. ¿toda la formación es imprescindible?, ¿todo cabe en el término formación especializada?
Por otra parte y revisando algunas de las bases de datos de empresas de contratación, buscadores de empleo… los puestos y perfiles que se demandan ahora nada tienen que ver con las antiguas “se necesita ingeniero técnico, arquitecto superior, licenciados, diplomados en….”. En estos momentos se puede leer “técnico experto en eficiencia energética, consultor especializado en… , especialistas en acústica y después de este requisito imprescindible de alta especialización deben ser licenciados, diplomados, ingenieros, bilingües…., parece que se antepone esa especialización a la formación académica de tres o cinco años en la mejor Universidad o Escuela. ¿Realmente es así?
Sí, así es, el entorno de continuo cambio en el que nos encontramos le exige a las empresas tener personal con unos conocimientos determinados en un área muy concreta para poder abordar ese mercado “red-global” al que se dirigen con éxito.
Pero… ¿dónde, cómo, cuando… encontrar la formación específica que se demanda?, preguntas que nos hacemos cuando queremos seguir aprendiendo.
Algunas consideraciones o interrogantes que deberíamos contemplar antes de elegir la formación que nos lleve a la especialización-cualificación deseada, de manera que sea la más adecuada posible a nuestras exigencias y las del mercado laboral actual:
- ¿Qué quiero ser de mayor?. ¿En qué me gustaría trabajar en el futuro?
Pregunta con fácil respuesta para los que ya han terminado una formación académica reglada, que eligieron porque era a lo que se querían dedicar en su futuro, pero esta respuesta llevaría a otra pregunta:
- ¿Quiero ser el ingeniero mecánico número uno o el único?
Desde luego, ser el mejor en un campo determinado te diferencia del resto y abre posibilidades, pero…
- ¿Dónde encuentro la formación que necesito?. ¿Cómo sé que es la mejor opción?
Hoy día hay empresas que tienen una amplia carta de cursos en distintas materias y áreas. Estas empresas generalmente cuentan con profesores “expertos en un tema preciso”, cuidado!, puede que en realidad no sean tan expertos, aquello de que “el que mucho abarca poco aprieta” puede ser verdadero.
Una buena opción es buscar empresas de formación que cuenten con una dilatada experiencia en un solo tema o área, y a ser posible hayan experimentado, o puesto en práctica los conocimientos que imparten debido a su actividad, esto es, empresas en las que la formación sea uno de sus servicios y realicen trabajos de campo en ese tema, “la experiencia es la madre de la ciencia”. Los títulos oficiales no lo son todo.
Otra cosa no menos importante para elegir mi formación es estar alerta de las tendencias del mercado laboral,
- ¿Cómo?
Conociendo los puestos que están requiriendo las empresas, mirando páginas de recursos humanos, buscadores de empelo para ver perfiles más demandados… y lo más importante tener una visión a futuro de cómo evolucionará el sector en el que quieres desarrollar tu carrera profesional.
- ¿Cuándo?
Siempre!, el aprendizaje debe ser continúo en conocimientos y tiempo.
Como conclusión, no vale para nada un profesional “mega-cualificado” si en su periodo laboral no tiene una actitud creativa, la motivación suficiente y la pasión que requiere una cualificación.
Os dejo un enlace a un post interesante: La parábola de los autobuses y Sancho Panza (incluye moraleja) para SER FUERTES y ser uno de los “16 millones de cualificados” previstos por la Comisión para el 2020!. http://blogs.menshealth.es/fitness/la-parabola-de-los-autobuses-y-sancho-panza/
Por: María José Prados | @mariajoseprados
Comments are closed.